Málaga esconde mucho más que playas y pueblos blancos. Bajo sus sierras y en el interior de sus cuevas se conserva un patrimonio milenario que apenas aparece en las guías turísticas más habituales: el arte rupestre. La provincia cuenta con varios enclaves arqueológicos donde aún es posible admirar grabados y pinturas prehistóricas, muchos de ellos reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

En este artículo te proponemos una ruta en coche para descubrir los principales yacimientos de arte rupestre en Málaga, combinando historia, paisaje y la libertad de moverse a tu ritmo por algunas de las zonas más auténticas del interior.

La Cueva de la Pileta (Benaoján)

Situada en la Serranía de Ronda, la Cueva de la Pileta es uno de los yacimientos más importantes de arte paleolítico de la península. Descubierta en 1905 por un agricultor local, alberga pinturas rupestres de más de 20.000 años de antigüedad: figuras de caballos, ciervos, peces y símbolos abstractos en tonos rojos y negros.

La visita se realiza con guía, linterna en mano, y permite adentrarse en un entorno casi intacto. Llegar en coche desde Ronda toma unos 30 minutos, por carreteras estrechas y con encanto. El entorno de la cueva, entre montañas calizas, es ideal para completar la jornada con una ruta de senderismo o una comida en el cercano pueblo de Benaoján.

El abrigo de la Cueva del Tesoro (Rincón de la Victoria)

La Cueva del Tesoro, en Rincón de la Victoria, es la única cueva marina visitable de Europa y una de las pocas con restos de arte rupestre en el litoral. Aunque su interior fue profundamente alterado por excavaciones modernas, aún conserva algunos símbolos y grabados esquemáticos de época neolítica.

Se puede visitar todo el año y es muy accesible en coche desde Málaga capital (unos 15 minutos). Está acondicionada con pasarelas y luz artificial, lo que la hace apta para todo tipo de público. Al salir, puedes disfrutar de las playas cercanas o recorrer el paseo marítimo de La Cala del Moral.

Los abrigos de La Araña y Peñón del Cuervo (Málaga Este)

En la zona este de la capital malagueña, muy cerca del mar, se encuentra un conjunto arqueológico menos conocido pero de gran valor: los yacimientos de La Araña. Allí se han documentado restos de asentamientos humanos de hace más de 30.000 años, así como abrigos con grabados y arte parietal, especialmente en el Peñón del Cuervo y sus alrededores.

La visita no es turística en sentido estricto, pero el entorno es libre y puede explorarse a pie desde la carretera. Se recomienda combinar con una parada en los yacimientos del Cerro de la Tortuga, también en la zona este, para completar una jornada arqueológica junto al mar.

El Torcal de Antequera: arte prehistórico y paisaje único

Aunque es más conocido por sus formaciones geológicas, el Torcal de Antequera también alberga restos de arte rupestre en algunos de sus abrigos naturales. En zonas protegidas del parque, como la Cueva del Toro, se han encontrado grabados y pinturas neolíticas de gran interés.

La visita a estos abrigos está restringida, pero puedes ver paneles explicativos en el centro de visitantes del Torcal. Aun así, recorrer esta zona en coche es una experiencia en sí misma: curvas entre rocas, vistas espectaculares y la posibilidad de combinar la visita con el Dolmen de Menga, otro enclave declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Arte rupestre más allá de la provincia: sugerencia extra

Si estás dispuesto a conducir algo más, muy cerca de los límites de Málaga puedes encontrar joyas como la Cueva de Nerja (Granada), con restos de arte paleolítico, o el conjunto rupestre de Las Chorreras en Archidona, en el límite entre Málaga y Córdoba. Algunos requieren reserva previa, pero todos son accesibles en coche y pueden formar parte de una escapada arqueológica de fin de semana.

Conclusión

Descubrir el arte rupestre de Málaga es viajar al pasado más remoto, cuando los primeros habitantes de la península decoraban las paredes de cuevas con escenas de su vida cotidiana, creencias o símbolos abstractos. Hoy, estos lugares son auténticos tesoros que se mantienen a salvo del turismo masivo, accesibles solo para quienes están dispuestos a explorar sin prisas.

Hacerlo en coche permite conectar los enclaves a tu ritmo, detenerte en miradores, pueblos o senderos intermedios, y vivir una experiencia cultural completa y personal. Si te apasiona la historia o buscas una ruta distinta por el interior malagueño, esta es una opción que no defrauda.

No comment yet, add your voice below!

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.