La provincia de Málaga está llena de secretos históricos que muchas veces pasan desapercibidos frente a la popularidad de sus playas o sus rutas gastronómicas. Sin embargo, para quienes viajan en coche y desean descubrir la Costa del Sol con otra mirada, las antiguas torres vigía que salpican el litoral malagueño ofrecen un viaje al pasado con recompensa visual. Construidas durante siglos para proteger las costas de los ataques piratas o avisar de incursiones enemigas, estas torres defensivas se han transformado hoy en puntos panorámicos únicos desde los que contemplar el mar, los acantilados y el paisaje rural.
Recorrerlas es una forma de unir patrimonio, historia y naturaleza. A continuación, te contamos qué son, dónde encontrarlas y cómo convertirlas en una ruta alternativa por la provincia.
Historia viva frente al Mediterráneo
Las torres vigía de Málaga tienen su origen en épocas distintas, aunque la mayoría se remontan a los siglos XIII al XVIII. Algunas fueron levantadas en época nazarí, como elementos clave de una red defensiva musulmana, mientras que otras fueron construidas o reutilizadas por los cristianos tras la Reconquista, especialmente durante los ataques piratas en el Mediterráneo entre los siglos XVI y XVII.
Estas estructuras servían para avistar barcos enemigos y alertar mediante señales de humo o fuego a otras torres o a poblaciones del interior. La comunicación era esencial: cuando una torre detectaba peligro, encendía una señal que rápidamente se replicaba de torre en torre, hasta llegar a fortalezas o núcleos urbanos que podían organizar la defensa.
Su ubicación no era casual: se situaban siempre en lugares elevados, con buena visibilidad de la costa y de otras torres cercanas, lo que hoy las convierte en magníficos miradores naturales. Aunque muchas han quedado como ruinas o restos arqueológicos, otras se conservan bien y pueden visitarse o, al menos, contemplarse desde senderos accesibles.
Ruta por algunas torres destacadas de la provincia
Uno de los atractivos de recorrer torres vigía en Málaga es que puedes hacerlo en coche, deteniéndote en distintos puntos del litoral y combinando patrimonio con gastronomía, naturaleza o un baño en la playa.
En la zona oriental, cerca de Torre del Mar, se alza la Torre Manganeta, una de las más representativas del municipio de Vélez-Málaga. Situada a escasos metros del mar, conserva su forma cilíndrica y ofrece una imagen icónica al atardecer. Un poco más al este, en Torrox, se encuentra la Torre del Morche, integrada hoy en el paseo marítimo, lo que la hace fácilmente accesible.
En el litoral occidental, el término municipal de Estepona conserva varias torres en buen estado. La Torre de Saladillo y la Torre de Guadalmansa, ambas junto al mar, son testimonio de la defensa costera en esta zona rica en pesca y comercio. Cerca de Marbella, destacan la Torre Ladrones en Cabopino, que es la más alta de la provincia y se puede visitar. Desde su parte superior, las vistas abarcan la costa, las dunas protegidas y las sierras del interior.
En Fuengirola, la Torre Blanca da nombre a uno de los barrios de la ciudad. Aunque no es visitable por dentro, se encuentra en una zona residencial desde la que se pueden hacer rutas urbanas a pie. Hacia el norte, ya en el municipio de Mijas, la Torre Calaburras, cerca del faro, ofrece un rincón ideal para combinar con un paseo al atardecer junto al mar.
Qué necesitas para la ruta
Una de las ventajas de planificar una ruta por las torres vigía es su flexibilidad. Puedes adaptarla a un día completo o dividirla en varios tramos si estás recorriendo la costa por vacaciones. No todas las torres son accesibles por carretera hasta la base, pero sí suelen tener aparcamientos cercanos o caminos sencillos para llegar a pie.
Recomendamos llevar calzado cómodo, especialmente si deseas explorar torres ubicadas en colinas o en zonas de dunas. También es útil llevar prismáticos o una cámara: muchas de estas torres ofrecen perspectivas increíbles para los amantes de la fotografía.
Además, si viajas en temporada baja, es posible disfrutar de estas localizaciones en completa tranquilidad, lejos de las zonas turísticas más masificadas. Algunas empresas locales incluso ofrecen rutas guiadas que combinan historia, arqueología y paisaje.
Una forma distinta de descubrir Málaga
Visitar una torre vigía en Málaga no es solo ver una construcción antigua: es asomarse al pasado de la provincia y comprender cómo se protegía la vida junto al mar. Es también una manera de descubrir paisajes desde otra altura, de detenerse en rincones con historia que hoy pueden parecer olvidados pero que siguen cumpliendo una función: recordarnos el valor de observar y contemplar.
Tanto si eres amante del patrimonio como si simplemente buscas miradores diferentes, te recomendamos incluir alguna de estas torres en tu próxima ruta en coche por la Costa del Sol. Las vistas merecen